En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida (sin saber por qué) se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.
Hermoso blog, hecho con delicadeza, y buen gusto.
ResponderEliminarUn lugar para visitar frecuentemente
LALY AMIGA!!! Te felicito por este "hijito" que acaba de nacer. Quiero que sepas lo feliz que me siento de ser tu amiga, esto demuestra que aun en las peores circunstancias nacen cosas buenas. No te olvides TE QUIERO MUCHO
ResponderEliminarBESOTE ENORME - IRETH
Hola Laly,
ResponderEliminarfelicidades por tu blog; es precioso!
Acá te copio algo que es del estilo de La Tristeza y la furia. Espero te guste.
EL AMOR Y LA LOCURA.
Cuentan que hace muchísimos años se reunieron algunos sentimientos y algunas cualidades del Hombre. Cuando el ABURRIMIENTO bostezaba por tercera vez, la LOCURA propuso: vamos a jugar a las escondidas.
La INTRIGA se levantó extrañada, y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó: ¿A las escondidas? ¿Y eso cómo es?
"Es un juego en donde yo me tapo la cara y comienzo a contar desde el uno hasta un millón, mientras Vds. se esconden. Cuando termine de contar, los buscaré hasta que los encuentre", explicó la LOCURA.
El ENTUSIASMO bailó de contento y la ALEGRÍA dió saltos que terminó de convencer a la DUDA, e incluso a la INDIFERENCIA, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué? si al final siempre la hallaban.
La SOBERBIA pensó que era un juego muy tonto. En el fondo lo que le molestaba era que la idea no había salido de ella. Y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse.
La LOCURA rápidamente comenzó a contar.
La primera en esconderse fue la PEREZA que, como siempre, se dejó caer en la primera piedra que encontró.
La ENVIDIA se fue detrás del TRIUNFO, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copia del árbol más alto.
La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse. Cada sitio le parecía maravilloso para alguno de sus amigos.
El lago cristalino, para la BELLEZA.
La hendija de un árbol era perfecto para la TIMIDEZ.
Una ráfaga de viento le parecía magnífica para la LIBERTAD.
Por fin después de pensar primero en todos, la GENEROSIDAD terminó ocultándose en un rayito de sol.
El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio. Era ventilado, cómodo, pero sólo para él.
La MENTIRA se escondió detrás del arco iris.
Y la PASION y el DESEO, entre los volcanes.
Cuando la LOCURA ya casi terminaba de contar, el AMOR aún no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado.
Hasta que al fin vió un rosal y decidió esconderse entre sus flores.
"¡Un millón!", dijo la LOCURA. Y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la PEREZA que estaba a sólo tres pasos.
A la PASIÓN y al DESEO, los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a la ENVIDIA. Y claro también encontró al TRIUNFO.
Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo, pues él solito salió de su escondite que resultó ser un nido de avispas.
La LOCURA de tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA.
Encontrar a la DUDA fue mucho más fácil. La encontró sentada aún sin poder decidir a dónde se iba a esconder.
Así fue encontrando a todos.
El TALENTO estaba entre la hierba fresca.
La ANGUSTIA, en una cueva oscura.
La MENTIRA, detrás del arco iris.
Y hasta encontró al OLVIDO, que se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.
Pero sólo el AMOR no aparecía por ningún lado.
La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arrojo de la Tierra, en las cimas de las montañas.
Y cuando estaba por darse por vencida, vió el rosal.
Tomó un pequeño palo y comenzó a mover las ramas. De pronto escuchó un doloroso grito.
Las espinas habían herido los ojos del AMOR.
La LOCURA no sabía qué hacer para disculparse. Lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió acompañarlo siempre.
Desde entonces el AMOR es ciego y la LOCURA siempre lo acompaña.
Un beso,
Inés.