lunes, 22 de noviembre de 2010

La mejor cura

El tiempo, como el viento, seca las lágrimas.
Como el agua, todo lo disuelve.
Como el fuego, reduce las cosas a cenizas.
Como el sol, todo lo ilumina.
Aclara lo confuso, descubre lo más oculto.

Encuentra lo perdido, propicia la tolerancia.
Reconcilia a los enemigos,
pone a prueba el amor y la amistad.
Extravía a los ambiciosos.
Se lleva las ilusiones y el orgullo,
trae la conformidad.
Quien va contra él, fracasa.
Quien lo aguarda se torna poderoso.
Quien lo acepta como aliado, traba amistad.
C. Vigil

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