“Un corazón generoso jamás está solo...
Siempre y al abrigo de su bondad espera el anhelo de compartir los dones
y la gracia ilimitada del cielo...
Cada corazón generoso vive nutrido de nobles y puros sentimientos...
Su virtud se enciende y crece en el dar al darse...
Un corazón generoso comprende en el silencio...
Se expande en la belleza...
Se fortalece en la fuerza del amor... y a través del amor se transforma en un instrumento para la obra del cielo en la tierra…
Un corazón generoso late y entrega su luz con humildad y alegría... con sus manos extendidas.
Que el corazón de lo divino te alcance y de a tu vida el aliento de la transparencia, el pulso de la armonía y la luz de la paz perfecta cada día”
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